Opinión del Dr. Ramón Bordería

La utilización de Toxina Botulínica o Botox es un método magnífico para la corrección de las arrugas del tercio superior de la cara (perioculares, entrecejo, frente), contribuyendo a conseguir una expresión de la mirada mas relajada y juvenil. El Botox es un medicamento formado por una proteína purificada que se infiltra en la piel para eliminar las arrugas de expresión facial. No es un material de relleno, es decir, no elimina las arrugas mediante el aporte de volumen, sino que actúa directamente sobre los músculos de la cara relajándolos. Esta función permite mejorar selectivamente las arrugas deseadas; es una acción reversible. Por tanto puede considerarse como un relajante muscular temporal. Esto permite eliminar las arrugas sin cambiar la expresión natural de la cara.

El tratamiento consiste en la infiltración del producto en puntos concretos de los músculos del tercio superior de la cara a través de una finísima inyección, su aplicación es indolora y con ella se consigue bloquear la transmisión nerviosa que contrae los músculos cuando se gesticula. En general, y dado que en cada aplicación se inoculan muy pequeñas dosis del producto, este tratamiento no suele tener efectos secundarios. No obstante, a veces puede producirse un pequeño hematoma en el punto de aplicación que se corrige con maquillaje y que suele durar unas pocas horas.

El tratamiento es muy rápido y el paciente, que no tiene que realizar ninguna preparación especial previa al tratamiento, no interrumpe su actividad diaria. No obstante, tras la sesión el paciente deberá seguir una serie de recomendaciones como no tomar el sol, ni masajear la zona o realizar movimientos bruscos. Gracias a este tratamiento se consiguen unos resultados muy positivos ya que se logra atenuar y retrasar las arrugas de gesticulación que se van formando con el paso de los años sin cambiar la expresión natural del rostro, manteniendo y mejorando un aspecto juvenil, descansado y saludable.

Con el tratamiento con botox se consigue:

– Revitalizar y rejuvenecer la mirada de manera inmediata.
– Relajar los músculos faciales, eliminando o atenuando las arrugas y dejando la piel distendida, tonificada y tersa y devolviendo la luminosidad al rostro.
– Tratamiento de la hiperhidrosis. La hiperhidrosis primaria debe ser tratada siempre que sea severa y persistente y cuando imponga en el paciente limitaciones sociales y laborales importantes.

El bótox siempre debe ser aplicado por un profesional médico debidamente acreditado en un centro médico autorizado. El profesional debe buscar, ante todo, resultados naturales, saludables y armónicos.