Opinión del Dr. Ramón Bordería

El debate sobre la calidad en la atención en salud sigue candente. La queja más recurrente, es que los pacientes son atendidos en menos de 10 minutos y solo reciben medicación para calmar los síntomas. “La medicina en sus orígenes era holística, pues veía al hombre desde una visión de la totalidad, es decir, en la relación indisoluble cuerpo-mente, con una clara asociación y dependencia de su entorno, tanto del social como del ecológico. Es decir, la medicina holística, la medicina biorreguladora, la medicina biológica, la medicina natural y la medicina ancestral perdieron terreno. Se perdió, por ejemplo, la óptica preventiva propia de estas, y que promulgaba principios Hipocráticos, tales como: “vivir para no enfermar” y “Que tu alimento sea tu medicina”, entre otros.

Por el contrario, se privilegió al diagnóstico de los síntomas como el acto médico primordial; y este, además, supone la aplicación de un “protocolo terapéutico” idéntico para todas las personas… Pero se desconoce al paciente y su forma de vida. Esto significa que, cuando la medicina está orientada al diagnóstico de la enfermedad, se aleja del verdadero principio fundamental, que es mantener al paciente sano y potenciar su salud. Si el médico se preocupa, principalmente, en enseñarle al paciente la importancia de la alimentación correcta, la necesidad de ejercicio y la prioridad del equilibrio mental y emocional, sin olvidar el cuidado del medio ambiente, la mayoría de las enfermedades crónicas degenerativas podrían prevenirse.

¿Son los fármacos los protagonistas?. No se puede negar el beneficio y la importancia de la evolución del conocimiento y de la investigación farmacológica para el manejo de patologías específicas, el peligro radica en la medicación de tipo sorpresiva, enfocada básicamente en el control de los síntomas. En este debate de la medicina holística biorreguladora, tiene una visión integral del paciente, mientras que en la reduccionista, alopática, los medicamentos cumplen un papel de protagonista, esto no quiere decir que ambos sean incompatibles (p.e. ante una situación de infección; los antibióticos y antitérmicos son compatibles con los biorreguladores que estimulan la inmunidad: la Echinacea.

Somos nosotros quienes debemos modificar nuestros estilos de vida, para permitir a nuestro cuerpo la restauración, aunque la medicina científica se ocupe del diagnostico de los protocolos,. dejando de lado al paciente como sujeto individual, lo cierto es, que es este último el principal responsable de su curación y por tanto el que debe poner todos los medios para lograrlo. Por esto, uno de los papeles fundamentales del médico debe de ser en primer lugar educativo y preventivo y en último caso curativo.